Decir Roberto Iglesias es decir Quebrantahuesos. Durante 31 años, la incansable alma mater de la marcha ha dado cuerpo y alma para que creciera para ser la más importante de España y una de las más destacadas de todo el mundo. Desde los primeros pasos de la QH, Roberto empujó con fuerza: la intención, explica, era disfrutar de un entorno natural único y la pasión por la bicicleta con un grupo de aficionados. Los años han pasado y lo que empezó como una locura local se ha convertido en devoción internacional.
El pasado 27 de agosto, Roberto Iglesias anunció que dejaba la organización en la rueda de prensa de balance anual. Un adiós que quiere seguir impulsando la Quebrantahuesos desde la distancia, motivando la entrada de jóvenes con energía y motivación para continuar con la tarea que ha desempeñado con tanto cariño. Una organización en la que ha estado involucrado desde su creación y como miembro de la Junta Directiva y Vicepresidente en la última etapa.
Tras el anuncio, las muestras de afecto: aficionados en redes, medios locales y regionales se hacían eco de las novedades, recordando con mucha estima la trayectoria de un auténtico icono como Roberto. Agradecer también de forma especial a todas las instituciones locales, autonómicas, nacionales, francesas que han mostrado su agradecimiento por el trabajo realizado todos estos años.
Como dice él mismo: “Esto es lo que queda al final”. Un agradecimiento y un reconocimiento sincero y profundo de lo que ha significado con su tarea altruista y su personalidad única. Los más asiduos a la QH le conocen bien y saben de su carisma, siempre dispuesto a reír y a disfrutar, pero también a dar la cara por sus convicciones. Sentiremos no poder disfrutar de su energía, pero lo tendremos presente en cada pedalada que demos porque el éxito de la Quebrantahuesos es su éxito. Por ello, solo podemos decir: ¡GRACIAS, ROBERTO!